Ruta: Senda de los Dioses del Olimpo, Parque Nacional del Monte Olimpo, Grecia.
Recorrido: 11,5 km
Tiempo: 05:30
Desnivel: +470 m
Fecha: Mayo 2.024
Los dioses olímpicos son los principales dioses del panteón griego, que vivían en la cima del monte Olimpo, el más alto de Grecia.
Se trata de una ruta lineal que va de Litóchoro hasta el parking Prionia, punto de inicio de la subida al monte Olimpo (2.917 m). En nuestro caso como no traemos mucho equipo y sólo disponemos de un coche, vamos a realizar una ruta de ida y vuelta, comenzando en el aparcamiento de Prionia en dirección Litóchoro, con la intención de visitar el Monasterio de San Dionisio y algunos de los puentes de madera antes de darnos la vuelta.
En un lateral del aparcamiento, una puerta da acceso al sendero. Vemos también un aviso de que hay un puente derruido, advirtiendo que no se puede llegar hasta Litóchoro. Por el nombre no sabemos que puente puede ser, así que tampoco sabemos si será al principio o de los más cercanos a Litóchoro.
Nos vamos a encontrar varios puentes de madera, el primero a pocos metros del inicio.
Al igual que el día anterior por el Parnaso, por estos bosques abundan las orquídeas, así que, si vamos atentos y es la época, nos resultará fácil ver algunas.
Neottia nidus-avis.
Segundo puente.
Desde donde se observa una bonita cascada.
Se trata del río Enipeas, junto al que discurre la ruta.
Limodorum abortivum.
La mayoría del tiempo el sendero discurre por un hayedo.
La ruta forma parte del Sendero Europeo E4 que se inicia en Tarifa y llega hasta Chipre recorriendo unos 10.500 kilómetros.
Platanthera chlorantha.
Llegamos al cruce con la senda que sube al Monasterio de San Dionisio, que pretendemos visitar a la vuelta.
Puente de madera,
junto al que vemos una de las muchísimas capillas que vamos a encontrarnos distribuidas por toda Grecia.
En los desniveles más pronunciados hay instalados escalones de madera.
Cueva Sagrada de Agios Dionysios, donde San Dionisio vivió como un asceta.
En su interior hay un manantial de agua
que al salir de la cueva recorre un tramo de sendero inundándolo por completo.
Aunque no tarda mucho en desviarse para ir en busca del río Enipeas.
Cruzamos un cuarto puente.
Dactylorhiza saccifera.
Y llegamos al puente derruido. En realidad, si nuestra intención fuera llegar hasta Litóchoro, sólo habría que descalzarse para cruzarlo, pues no hay mucha agua; distinto sería en época de lluvias o deshielo.
Así que nos damos la vuelta para volver por el mismo camino.
Escalera de acceso a la Cueva de Agios Dionysios.
El río Enipeas nace en el Monte Olimpo.
Listera ovata.
Al otro lado del segundo puente que cruzamos a la vuelta, iniciamos la subida hacia el monasterio.
Vemos una indicación hacia la Cueva de San Lázaro que visitamos.
Llegando al Monasterio de Agios Dionysios.
El monasterio fue destruido en varias ocasiones,
la última por los nazis en 1.943 durante la II Guerra Mundial por ser refugio de partisanos.
Actualmente está en reconstrucción, pero se puede visitar.
De vuelta al sendero principal, oímos voces y al asomarnos vemos un grupo de barranquistas que han acabado el descenso del barranco en una bonita cascada
hasta la que nos acercamos.
Cascada de Enipeas.
Geranium sanguineum.
Tercer puente.
Cephalanthera damasonium.
Y por fin el cuarto y último de los puentes junto al aparcamiento de Prionia.
Ya en el coche paramos en un mirador con vistas al desfiladero de Enipeas, Litóchoro, la costa griega y la primera Ophrys de nuestro viaje a Grecia.
Anacamptis pyramidalis.
Ophrys apifera.
Nos vemos en las Montañas
